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viernes, 29 de marzo de 2013

Cap.17


Capitulo diecisiete
Ya me estaba hartando, no encontraba trabajo y necesitaba dinero. Pero cuando encontré algo no lo pude aceptar ya que era en un bar con turno de noche y Andy me lo prohibió por mi seguridad. Jack seguía intentando cogerme pero no lo conseguía porque por las noches permanecía en casa y por lo que pude ver le estaba hartando. Esta mañana al levantarme me he encontrado con una carta en el alfeizar de la ventana y era de Jack. Cuando abrí el sobre había una hoja en la que simplemente ponía Se te esta acabando el tiempo ,no te podrás esconder siempre. Y en cuanto lo leí me recorrió un escalofrío que nunca había tenido antes. Tenía mucho miedo, temía que hiciese daño a mis seres queridos. Me sentía muy mal porque siempre están pendientes de mí. Soy una carga muy pesada para Andy, Sammi y Jessica. Siempre están haciendo rondas de vigilancia por las noches. Aunque lo niegan se que es una molestia para ellos. Ya me estaba empezando a agobiar esto de no poder salir cuando quiera. Precisamente cuando mejor me lo pasaba era por la noche. A veces tengo ganas de poder pillar a ese vampiro y cargármelo aunque eso es imposible porque el podría matarme en un segundo.
Jessica se había ido por unos días por cuestiones de trabajo. Por lo que me contó se que trabaja para El Consejo que esta compuesto por los vampiros más ancianos y poderosos del planeta. Ellos intentan que la existencia de los vampiros no salga a la luz, e investigan sobre el metabolismo de los vampiros. Jessica me dijo que tiene que ir en busca de un libro que ha sido robado y es crucial que este en las manos de El Consejo porque pondría en peligro tanto a los vampiros como a los humanos. La hermana de Vicky también esta en la búsqueda de ese libro junto a Jessica y así que ahora solo están para protegerme Sammi y Andy.
Sammi se ha instalado temporalmente en mi casa para poder estar conmigo por las noches y así Jack no podrá molestarme en los sueños. Porque si estas en compañía de un vampiro no puede meterse ya que los vampiros tienen una especie de barrera principalmente para que no puedan leerse la mente entre ellos. Por
suerte a mí no me pueden leer la mente y eso es gracias a que soy una media luna. Y es por la única razón por la que me alegro de ser lo que soy. Debe de ser muy incomodo que te puedan leer la mente, bueno eso y que te hipnoticen cosa que tampoco pueden conmigo.
Mi relación con Ángel no va tan mal aunque podría ir mejor, sigue molesto por la misma tontería pero no puedo hacer nada para remediarlo. Bueno en realidad si puedo pero no quiero. Los chicos solo piensan en eso y me jode mucho así que se joda el también.

Ángel estaba a punto de llegar a casa ya que le había invitado a comer. Había preparado pollo asado con patatas, una ensalada y de postre había tarta de queso con galleta por debajo y  una capa de mermelada de frambuesa en la parte de arriba.
En cuanto llamaron a la puerta fui corriendo y recibí a mi novio con un gran beso.
            -Nena, ¡qué bien huele!-exclama mi novio. Se dirige hacia la cocina y se pone a cotillear lo que hay. Aún no había servido la comida en el plato porque se había presentado antes y no me dio tiempo a prepararlo todo.
            -Espero que tengas hambre-le digo mientras voy colocando todo en la mesa.
            -Estoy hambriento, ¿enserio has preparado todo esto?-me dice.
            -Claro, me encanta cocinar. Y mi especialidad son los dulces así que seguro que te encanta la tarta de queso-le digo.
            -Tiene muy buena pinta-dice pasando el dedo por la merme-lada.
            -Esas manos-le digo y le pego en la mano.
            -Lo siento no podía evitarlo- me dice chapándose el dedo, dónde tenía mermelada.
            -Cómo vuelvas a hacer eso te quedas sin postre.
            -Vale-me dice sentándose en la silla.

La comida estaba yendo muy bien. Cuando llegamos al postre repitió tres veces de lo bueno que le sabia.
            -¡Qué bien he comido!-me dice. Se acerca a mí y me coge por la cintura y me da un beso en la mejilla.
            -Me alegra que te haya gustado-le digo.
            -¿A qué hora volverá Vicky?
            -Pues supongo que sobre las seis ¿por?-le pregunto. Le había pedido a Vicky que no viniese a casa para la hora de comer   porque quería pasar algo de tiempo a solas con mi novio y ella acepto. Me dijo que volvería sobre las seis o siete.
            -Mmmh por nada-me dice y me empieza a besar. Su boca estaba fría y sabia a mermelada de frambuesa. Besaba muy  bien eso no lo podía negar pero ya se a dónde iba a llevar       todo esto. Le conozco y no es la primera vez que lo             intentaba. Siempre que empezaba a hacer eso terminaba todo mal y discutíamos. La verdad no tenía ganas de discutir porque estaríamos otra vez sin hablarnos y me estaba empezando a cansar.
            -Cariño para me estas llamando por teléfono-le digo pero lamentablemente no para y empieza a meter las manos por             dentro de mi camiseta.
            -Da igual ya te llamaran mas tarde-me dice y sigue besándome.
            -Puede que sea para trabajar.
            -Ya te dejaran un mensaje. Ahora podríamos...-no le dejo terminar de hablar. Sabía perfectamente lo que iba a decir.
            -No, no pienso acostarme contigo-le digo apartándome de él.
            -Joder-exclama. Y ya estábamos otra vez igual.-¿Por qué no quieres hacerlo? ¿Qué problema hay? No te entiendo, siempre estas igual.
            -No hay ningún problema, la cosa es que no quiero hacerlo.
            -Ya no aguanto mas-me grita.
            -¿Qué no aguantas más? Pero... ¿Tu de que vas? Ser novios no implica que tengamos que hacerlo-le grito.
            -¿Sabes qué? Eres una amargada de mierda siempre estas igual. No quedas por las noches, pasas tiempo sin hablarme             sin razón alguna.
            -Si hay una razón pero es algo que no te puedo contar, al menos aún no.
            -Venga ya… ¿Tan importante es? No me vengas con cuentos, eres la tía más rara con la que he salido en mi vida. Yo pensaba que eras diferente. Pareces una zorra pero en realidad eres una santa y aburres.
            -Pero como te atreves a decirme eso. Tu no sabes  por todo lo que he pasado y estoy pasando.
            -Si claro… No se como te he estado soportando durante todo este tiempo. Que sepas que simplemente te pedí salir      por una apuesta con unos amigos. Solo tenía que llevarte a la cama pero esto esta siendo más difícil de lo que pensaba y definitivamente ya no puedo seguir. Menos mal que me he        estado tirando a otras-me dice con una gran sonrisa. No se como tenía la cara de decirme eso. Era un autentico cerdo, como todos los demás.
            -Eres un capullo-le digo y le suelto una bofetada en toda la cara.
            -¡Serás zorra!-exclama furioso y me pega un puñetazo. Caigo al suelo y me golpeo contra la pared.- No me vuelvas a poner la mano encima. No se como he podido llegar a sentir algo por ti si no eres mas que escoria.
            -¡Márchate  de aquí! No te quiero ver en mi vida-le grito con todas mis fuerzas mientras intento contener las lagrimas.
            -Tranquila que ya me voy-me dice tirando de mi pelo.

Nunca me había imaginado que el sería así. Simplemente fui una simple apuesta para el. Todo había sido demasiado bonito para ser verdad. Incluso me había pegado cosa que nunca me había pasado. Me había lanzado contra la pared y me había pegado un puñetazo. No me lo podía creer, todo esto era demasiado para mí ¿Por qué me tenía que pasar todo esto a mí? ¿Por qué no podía ser feliz? ¿Por qué no había nacido en una familia normal? Estaba harta de todo, si toda mi vida va a ser así no merece la pena seguir adelante. Mi existencia era un error en este mundo, no paraba de tener problemas. En estos momentos solo quería desaparecer y olvidarme de todo. Quería evitar a Vicky estar completamente sola. Me fui de casa y empecé a correr sin parar, siempre hacía lo mismo cuando me sentía mal. Una cosa tengo clara y es que no pienso salir con nadie nunca mas. Terminé en la playa que me enseñó Andy, dónde le gusta estar solo, me transmitía mucha tranquilidad ese sitio. Cuando me quise dar cuenta ya eran casi las diez de la noche pero me daba igual. Me daba absolutamente igual Jack solo quería estar sola sin nadie a mi alrededor. Me dolía mucho el labio inferior, tenía una herida gracias al puñetazo de Ángel. Ahora me sentía algo idiota por no haber reaccionado de otra manera. Yo no soy así, la verdadera Giselle habría reaccionado ante aquel golpe pero lo único que hice fue pedirle que se marchase. Pero no tenía fuerzas para seguir hablando con el. Si Andy se entera de que me ha pegado lo matará y no puedo permitir que pase eso. A pesar de lo que me ha hecho no merece morir aunque me podría haber hecho algo peor quien sabe…

                                               f
Ahora mismo estoy completamente desesperado, no tengo ni idea de dónde puede haberse metido Giselle espero que Jack no la haya cogido. Estoy perdiendo el tiempo estando aquí sentado…
            -¿Y si la ha cogido Jack?-pregunta Sammi.
            -No creo, yo he llegado sobre las ocho y aún era de día. Solo se que había quedado con su novio para comer. Pero esto es             muy raro, ella no iba a salir de casa. Y si saliese nos avisaría-dice Vicky.       
            -Se ha dejado el móvil en casa y eso no es normal. Siempre esta pegada a su móvil-les digo. Un momento si antes ha estado con su novio tal vez el sepa algo.-Tenemos que llamar a su novio para ver si sabe algo.
            -Joder ¿cómo no se me había ocurrido?-dice Vicky.
            -No contesta-les digo.
            -Un momento aquí hay sangre y parece reciente-dice Sammi. Y tenía razón había una pequeña mancha de sangre en el suelo. Me acerque y la olí, sin duda alguna era de Giselle nunca olvidaría su aroma.
            -Es de Giselle-les digo.
            -¿Cómo lo sabes?-me pregunta Vicky.
            -Nunca olvidaría su olor.
            -¿Has tomado su sangre?-pregunta aún mas sorprendida.
            -No-le contesto. Bueno miento si la he tomado pero solo fue una simple gota. Eso ahora no importa, tengo que pensar dónde se puede haber metido.
            -Ups. Esto es un poco raro-dice Sammi.
            -¿Qué pasa?-le pregunta Vicky y yo me quedo mirándole.
            -Ángel le ha enviado un mensaje en el que dice Deja de molestarme no hay nada que hablar zorra-nos cuenta Sammi. En cuanto menciona lo de zorra me entraron ganas de patearle el culo y matarlo lentamente con mis propias manos.
            - Eso no ha sonado nada bien. Deben de haber pasado algo gordo y ella se ha largado de casa pero no ha cogido nada ¿dónde puede haberse metido?-pregunta Vicky.
            -En cuanto pille a ese desgraciado le voy a despedazar vivo-les digo muy alterado.
            -No es hora de pensar en eso. Ahora podemos descartar una cosa, ella no esta con él-dice Vicky.
            -Bueno dos cosas. Una no esta con Ángel y Jack no debe de haberla cogido porque le acabo de ver cruzando la calle-dice         Sammi que se encuentra junto a la ventana.
            -Si esta en la calle estará en peligro, es un gran rastreador y si ha llegado hasta aquí podrá rastrearla dónde quiera que       este. Será mejor si la empezamos a buscar en la calle. -Pero si ya hemos mirado en los sitios dónde suele frecuentar y no esta por ningún lado-me dice Sammi.        
            -Los sitios por dónde suele frecuentar…Vicky quédate en aquí por si aparece Sammi te vienes conmigo creo que se dónde puede haberse metido-les digo.
            -¿Dónde crees que esta?-me pregunta Sammi mientras bajamos por las escaleras.
            -Hay un sitio que esta cerca de mi casa dónde me gusta pasar el rato cuando quiero estar solo y necesito pensar. Se             lo enseñé hace tiempo y cuando desaparecí le vi rondando por el bosque. Se ponía los cascos y se pasaba horas            sentada mirando a la nada.
            -Él bosque que dices es muy grande ¿permanecía en algún lugar en concreto?
            -No, por eso nos dividiremos. Es muy grande y puede estar en cualquier sitio-le digo aunque lo más seguro es que este en la playa ya es un lugar más tranquilo y menos tenebroso. Él bosque se encontraba a unos diez minutos de mi casa en   coche así que no estaba tan lejos.
Cuando llegamos ella se fue por la parte este y yo por la oeste. Por suerte había cobertura así que nos podríamos mantener en contacto. En media hora nos encontraríamos en la entrada principal del bosque si no encontrábamos ningún indicio de que había estado en el bosque.
No paraba de decir su nombre a grito pelado pero no obtenía respuesta alguna. El bosque estaba completamente vació, no note a nadie en la zona dónde estaba así que decidí dirigirme hacia la playa. Al llegar a la playa a simple vista no parecía haber nadie pero podía notar el aroma de Giselle en alguna parte. Entonces la divise a lo lejos estaba en la otra punta de la playa apoyada junto a las rocas que se encontraban en la arena. Llamé a Sammi y le conté que ya la había encontrado y que ya me encargaría de llevarla a casa que no se preocupase. Seguramente quiere estar sola y será mejor que no la acribillen a preguntas.
            -¿En qué narices estabas pensando?-le pregunto enfadado.
            -Déjame en paz-me dice mirando fijamente a la arena.
            -Giselle ¿Sabes que hora es? Estábamos muy preocupados por ti-le digo pero no me contesta. Me arrodillo para             mirarle a la cara pero entonces se rodea las rodillas con las manos y tapa parte de su cara con las rodillas.
            -Quiero estar sola.
            -Puedes contarme lo que ha pasado-le digo pero otra vez no me contesta. Noto un olor…-Giselle mírame.
            -No-me dice con los ojos llorosos entonces se pone de pie y se aleja de mí- ¿a dónde te crees que vas?-le pregunto y me        coloco frente a ella.
            -Vete, quiero estar sola-me dice pero no le creo. La noto rara me esconde algo…Le aparto el pelo de la cara y puedo             ver que tiene el labio inferior hinchado con una herida.
            -¿Quién te ha hecho esto? Ha sido Ángel ¿verdad?-le pregunto.
            -Solo fui una apuesta nunca me quiso de verdad-me dice echándose a llorar. Le abrazo e intento tranquilizarla pero             cada vez llora más.
            -Tranquilízate por favor.
            -Mi vida es una mierda nunca seré feliz, siempre estoy rodeada de problemas y a nadie le importo. ¡Estoy harta!- grita sin parar de llorar.
            -Tu vida no es una mierda me tienes a mí-le digo y me  sonríe. -¿Qué ha pasado?
            -Ángel rompió conmigo, me dijo que solo estaba saliendo conmigo por una apuesta que había hecho con sus amigos y entonces le pegue un tortazo y me…me pego un puñetazo.
            -Te juro que me lo cargare. Se va a enterar cuando le pille. Nadie te toca de esa manera-le digo lleno de rabia secándole las lágrimas.
            -Andy no puedes hacer eso-me dice.
            -Pero si te ha pegado-exclamo. No me puedo creer lo que me acaba de decir. Tal vez me haya pasado con lo de matarle puede que simplemente necesite que le de una pequeña charla a mi estilo.-¿Me dejas curarte?
            -Emm...¿Vas a tener que hacer lo mismo que la otra vez?-me pregunta. Si no recuerdo mal la última vez le di un beso en        el dedo.
            -Boba-le digo y le sonrió. Paso el dedo por su labio y   vuelve a estar bien aunque un poco hinchado.-Ya esta.
            -Es increíble. Gracias-me dice y me da un beso en la mejilla.
            -Será mejor si nos marchamos de aquí.
            -No quiero ir a casa, básicamente no tengo ganas de hablar     con nadie.
            -¿Y si vamos a mi casa?
            -Si.



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